Y también un lugar para escuchar.
Joseph Conrad, en alguno de sus libros, nos conduce a ese gran espejo que es el mar, modelado por vientos e hilos de tiempo. Toda una metáfora de la vida. Movimiento y quietud. Luz y oscuridad insondables. Olas suaves y violentas.
Entrar en el mar es muy diferente a bañarse en una piscina. Parece obvio, pero lo que más me interesan son las diferencias sutiles.
foto, en la playa del Faro del Cabo de Gata, © om.
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