En otoño e invierno el sol se pone frente a las casas de los pescadores de San Miguel y la Fabriquilla. La torre de la iglesia estira su sombra y casi alcanza las salinas. Algunas aves empiezan a pensar en su particular mudanza hacia climas aun más cálidos.
Estas luces son inconfundibles. Estamos frente al mediterráneo.
foto; Casa de pescadores en la playa de San Miguel. © om.
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