Cuidar un jardín es algo parecido a cuidarse uno mismo. O cuidar una amistad, o un amor.
Las plantas pequeñas, los árboles, las flores silvestres, las
malas hierbas, los diminutos animales que nacen, se reproducen y mueren en los recodos, los pájaros en las ramas, las luces y los sonidos entre las hojas, el viento, el ritmo de las estaciones, la humedad y la sequía, la sed, los aromas y los placeres, las gotas de lluvia y los sonidos de la noche, los encuentros, las palabras.... todos son sus habitantes.
Habitar un jardín es ser habitado por él. Cada día, momento a momento, respiración a respiración.
foto: jardín de la casa © o.m.
No hay comentarios:
Publicar un comentario